¿La joya perfecta para San Valentín? No busque más.

Cuando amas a alguien y quieres hacerle un regalo a tu pareja, te viene a la mente esa frase: «Amar es dar sin límites», lo que te lleva a pensar que el mejor regalo de San Valentín es el más caro. Pero espera, ¿el simbolismo del regalo no es el más importante? La joya debe adaptarse al estado de tu relación.

Comienzo de la relación:

A ver, no hay que asustar ni avergonzar a su nueva pareja con una joya muy cara, pero tampoco ofrezca una joya sin valor. ¿Tu mejor aliado? ¡Cerámico! Hay joyas  hechas con cerámica. Puedes elegir una pulsera o un anillo con una piedra o no. Encontrarás muchas joyas de cerámica a precios económicos. El acero y el cuero son dos materiales con los que también se hacen pulseras a precios razonables.

Hermoso amor:

Cada piedra preciosa tiene un símbolo, ¡no lo olvides! Elige las gemas según tu situación amorosa:

• Si se está casado, la mejor joya es el diamante. Significa felicidad y fuerza para la pareja casada.
• Si tu amor es eterno y se basa en la confianza: elige una joya con esmeraldas. Simboliza el verdadero amor, la esperanza y la confianza.
• Si vives un amor apasionado: elige el rubí y su hermoso color rojo. Es la joya de la pasión, simboliza valentía, fuego y amor.
• Si quieres compromiso: elige zafiro, el color azul se refiere a la pureza y la sabiduría. Es la joya de la paciencia y fuerza a las relaciones.
• Si quieres insistir en la fidelidad, elige el topacio o el granate. La virtud del topacio es controlar las pasiones. El granate tiene un punto de vista más erótico pero siempre con lealtad a la persona que amas.
• Si quieres mostrar tu sinceridad, la amatista es la mejor piedra que puedes ofrecer. Protege a las personas de las malas intenciones.
   

¡No dudes en grabar la joya, agregará valor a tu regalo y lo hará único!

Otra idea es insistir en los años juntos. Para las parejas casadas durante tres años, piense en un anillo con tres anillos entrelazados.

Pues ya tienes más claves para acertar con el mejor regalo para San Valentín, un regalo acertado vale más que uno caro.